Yoga
Mis maestros
Mi primer acercamiento al yoga fue en 1990 en Cuernavaca. Practiqué kundalini yoga con Sat Nam Kaur. Con ella descubrí que el yoga era más que estiramiento y ejercicos para corregir la espalda y después de algunos años un día me dijo que yo estaba lista para enseñar. En ese tiempo la formación era individual, el maestro autorizaba directamente al alumno para enseñar.
Después me interesé más por el Hatha yoga. Participé en diversos talleres con la maestra Sama Fabian, Cindy Winter, Brigitte Longueville, Richard Gartner, Diane Long y Susana Laborde. Hice varios viajes a India y en la ciudad de Pune permanecí tres meses en el centro de Osho. Estando allí también participé en clases de yoga en el centro de Iyengar de Pune y tomé clases particulares con un maestro hindú maravilloso Mr. Prakash , a quien guardo mucho en mi corazón porque me enseñó el significado profundo del yoga, algo mucho más que posturas físicas. También estuve algunos meses estudiando el yoga clásico en la tradición Shivananda en Niketan Ashram en Rishikesh.
Complementando mi experiencia como maestra de yoga tengo un diplomado del Centro Internacional de Capacitación en Salud Holística, (CICSH Oaxaca), tengo el título de Reiki Master , un diplomado en Desarrollo humano y Terapia Gestalt y un diploamdo en Caracterologia Estructural y Lectura Corporal Psicoenergetica
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Enseñanza
Comencé a enseñar yoga en 1995. Trabajo mucho en la conciencia de la respiración y utilizo la práctica de las asanas o posturas de yoga como un camino al autoconocimiento y a la sanación. Mis clases son muy variadas, a veces comienzo con baile o movimientos libres para calentar el cuerpo. He visto que eso ayuda a que los alumnos pierdan el miedo a su imagen y desarrollen su propia creatividad corporal. Durante las asanas me gusta observar como cada respiración está íntimamente ligada al movimiento. Sentir cómo cada movimiento surge desde el centro de nuestro ser, se expande y regresa al centro. Para mí la práctica del yoga es una danza, es dejarse ir de una postura a otra, de un movimiento a otro como en un baile, en confianza y con conciencia.
Algo muy importante en mis clases es hacer conciencia en mis alumnos de dejar de autocriticarse y compararse. Los invito a aceptar su cuerpo, sus límites y realizar la práctica desde el gozo y el asombro de un niño.
Por último, creo sinceramente que la práctica del yoga, aunada a la meditación es un camino de transformación del ser humano y es desde ese convencimiento que enseño día a día
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Danza sufi, baile con tambores y meditación en Movimiento.
Desde hace 15 años también enseño expresión corporal y baile libre y estas clases están en gran parte basadas en las técnicas de meditaciones activas de Osho. Hago énfasis en la libre expresión del cuerpo, en soltar tensiones profundas a través de la voz y el movimiento. Estuve en varias ocasiones en el Centro Osho en Puna India, aprendiendo diferentes técnicas de meditación y de libre expresión a través del movimiento, la música, la pintura y la voz. Ejercicios par reconectar con la energía vital, para reencontrar el niño interior, conectar con el corazón y abrirse al amor a la vida.
Trabajé y asisité a cursos y retiros sufis con el maestro sufi Videha en India, Turquía y en México. Videha me enseñó el arte del giro sufi, la danza de los derviches, también llamada la meditación del corazón.
En mi búsqueda constante por profundizar en la relación íntima entre el cuerpo y la mente conocí a otros extraordinarios maestros que me enseñaron sobre la libre expresión del cuerpo. Entre ellos Mark Taylor director del centro Body Mind Centering , con Moti Zemelman aprendí Contact Improvisation , con Kelly Satz aprendí acerca de los Cinco Ritmos de Gabrielle Roth y D Allen me acercó a la técnica de Danza Gaga del maestro israelí Ohad Naharin.
A través de los años he visto como las clases de libre expresión corporal han ayudado a mis alumnos mucho más que a nivel físico. Les dan más confianza, les han ayudado a perder el miedo al contacto con los demás y a ser más espontáneos y auténticos. Les permiten gozar más de su cuerpo y de su vida.
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My teachers
My first approach to yoga was in 1990 in Cuernavaca. I practiced kundalini yoga with Sat Nam Kaur. With her I discovered that yoga was more than stretching and exercises to correct the back and after a few years one day she told me that I was ready to teach. At that time the teacher directly authorized the student to teach.
Later I became more interested in Hatha yoga. I participated in several workshops with Sama Fabian, Cindy Winter, Brigitte Longueville, Richard Gartner, Diane Long and Susana Laborde. I made several trips to India and in the city of Pune I stayed three months in the center of Osho. While there I also participated in yoga classes at the Iyengar center in Pune and took private lessons with a wonderful Hindu teacher Mr Prakash who I hold in my heart because he taught me the deep meaning of yoga, much more than physical postures . I also spent some months studying classical yoga in the Shivananda tradition at Niketan Ashram in Rishikesh.
Complementing my experience as a yoga teacher I have a diploma from the Holistic Health International Training Center (CICSH Oaxaca), I am Reiki Master, a diploma in Human Development and Gestalt Therapy and a Diploma in Structural Characteristics and Psychoenergetic Body Reading
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Teaching
I started teaching yoga in 1995. I rented a space in downtown Oaxaca and named it Casa del Angel. At that time there were nos as many classes as now and my main interest was to practice yoga with other people because I felt I had discovered something very exciting and wanted to share it. With the years the place started growing and several other therapists and teachers began to work in it.
My practice and consequently my teaching has changed over the years. Now I could described it as Vinyasa yoga with emphasis on the emotional release. I work on awareness of breathing and use the practice of asanas or postures of yoga as a path to self-knowledge and healing. My classes are varied, sometimes beginning with dancing or free movements to warm the body.
I have seen that this helps the students to let go their fear, to relax their self-image and to develop their own creativity. During the asanas I like to explore how each breath is closely linked to a movement. To feel how every movement is like a wave, arising from the core of our being, expanding and returning to our center. For me a yoga practice is like a dance; I encourage my students to find pleasure in their movements, to let go from one movement to another, to flow in confidence and awareness.
During a class, I constantly emphasize being aware of thoughts, emotions, sensations and to stop self-criticism and comparison. I invite them to accept their body, their limits and to practice from the joy and wonder of a child.
Finally, I sincerely believe that the practice of yoga combined with silent meditation is a path of transformation and it is from this conviction that I teach every day
Movement Meditation, sufi dance and drums.
During the last 15 years, I have also taught movement meditation, body expression and free dance classes. These classes are based on the techniques of the Osho active meditations. During my stays in the Osho center in Pune I learned different techniques of self-expression through free movement, music, painting and voice releasing. Exercises that help us to reconnect with our vital energy, to rediscover the inner child, to connect with the heart and to open to the love of life.
During many years I learned with the sufi teacher Videha, participating in his workshops in India, Tukey and Mexico. With him learned sufi whirling, the dance of the derviches, also known as the meditation of the heart.
In my ongoing search to deepen the intimate relationship between body and mind, I met some extraordinary teachers who taught me to trust the body and find confidence and joy through moving it. I learned with Mark Taylor who is the director of The Body Mind Movement, Moti Zemelman who teaches Contact Improvisation and Kelly Satz who teaches the Five Rhythms of Gabrielle Roth.
Through the years, I have seen how these classes have helped my students much more than at a physical level. They have gained more confidence in their bodies, have less fear of contacting and touching others and all that translates into more spontaneity and authenticity.
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